jueves, 11 de junio de 2015

Los chimpancés también cocinan

Compartimos el 98% de nuestro ADN con los chimpancés, de ahí que no resulte tan sorprendente el hecho de que su capacidad cognitiva les permita cocinar, según concluye el último estudio llevado a cabo por la Universidad de Yale (EE.UU.) y publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B.

Para llegar a estos resultados, los científicos realizaron un experimento con nuestros parientes evolutivos más cercanos dentro del entorno del Santuario de Chimpancés Tchimpounga del Instituto Jane Goodallen la República del Congo (África) para comprobar si los chimpancés salvajes serían capaces de tener la capacidad cognitiva necesaria para cocinar como un ser humano.
Así, demostraron que los primates preferían antes una batata cocinada que una cruda, evidenciando que no les importaba esperar unos minutos hasta que el alimento estuviese cocinado, con tal de comérselo como más les gustaba.

Además de esta preferencia por la comida cocinada, los investigadores descubrieron que los chimpancés también comprendían la transformación de los alimentos crudos a cocidos. En el experimento, dispusieron delante de los primates dos dispositivos: uno para cocer los alimentos y otro de control que dejaba la comida cruda. Al dejar a los primates elegir cuál de ellos preferían para obtener su comida, todos ellos optaron por el dispositivo que cocinaba el alimento.

Por último, en la fase del experimento relativa a la capacidad para cocinar, tras entregar a los chimpancés batatas crudas y el dispositivo para cocinar, dejaron solos a los chimpancés para ver qué ocurría. Al año siguiente, los científicos volvieron al santuario de chimpancés y realizaron un nuevo experimento entregándoles alimentos crudos, trozos de madera y el dispositivo de cocción, esta vez colocado a cuatro metros de distancia de los alimentos. El resultado fue palpable: los primates introdujeron los alimentos crudos en el dispositivo de cocción pero no los trozos de maderay esperaron tres minutos para coger los alimentos ya cocinados. Además, otra de las conclusiones más significativas fue que aunque tuvieran delante el dispositivo para cocinar, algunos guardaron los trozos de alimento crudo para cocinarlos más tarde, lo que evidencia su capacidad para planificar el futuro.

“Si nuestro pariente evolutivo más cercano posee estas habilidades, sugiere que una vez que los primeros seres humanos fueron capaces de utilizar y controlar el fuego también podrían utilizarlo para cocinar”, explica Felix Warneken, coautor del estudio.

viernes, 5 de junio de 2015

Científicos estadounidenses logran cultivar en laboratorio una extremidad entera de rata

Un grupo de investigadores del Hospital General de Massachusetts (Estados Unidos) han realizado un gran avance, en el campo de la ingeniería genética al lograr queuna extremidad de rata crezca artificialmente con éxito en un laboratorio. Todo ello, a través de una técnica pionera que podría con el tiempo posibilitar el reemplazamiento de miembros en el cuerpo humano, informa el portal de noticias científicas sciencealert.com.

Al respecto, recoge este medio, los músculos y las venas habían crecido previamente en laboratorios , pero hasta ahora nadie lo había repetido con una extremidad enteradebido a la combinación de diferentes tipos de tejidos involucrados (músculos, huesos, cartílagos, tendones, vasos sanguíneos y otros). Para resolver este problema, los científicos copiaron la técnica que ya habían usado para órganos cultivados en laboratorios.
Cómo se hizo

Para empezar, se empleó la extremidad de una rata donante muerta a la que se despojó de todo su material genético, quedando sólo la matriz vascular y el nervio primario para conformar la base del nuevo brazo. Al mismo tiempo, las células vasculares y las de los músculos de una segunda rata fueron cuidadosamente cultivados.Posteriormente usando un biorreactor especial, la extremidad muerta recibió una inyección con estas nuevas células vasculares y progenitoras de músculo.

A través del uso de una solución especial de nutriente y de dósis regulares de estimulación eléctrica, los científicos lograron que el nuevo brazo creciera con éxito en un laboratorio.Además, se encontraron con que las células vasculares funcionaban normalmente mientras que los músculos se contraían con un 80% de la fuerza que usaban las articulaciones de seres animales recién nacidos.

«Hemos mostrado que podemos mantener la matriz de todos estos tejidos, dentro de la relación natural de cada uno. Así pues, podemos cultivar construcciones complejas durante largos periodos de tiempo, y podemos repoblar el sistema vascular y la musculatura» destacó Haral OTT MD, máximo responsable del estudio para CNET Reports.